
Que hermosa es la tierna edad, cuando somos tan pequeños y solo queremos jugar, aun con frió o con sueño y si la nieve aparece la ilusión por compartir eso ratos agradables, esas risas , esos llantos y la algarabía resuene entre bosques y senderos. la neblina les envuelve, pero sus risas no cesan.
Quien no desea ser niño , otra vez
en esta vida, para sentir sensaciones
que parecían dormidas.
Atesorar cada día , como el mejor
regalito, y descubrir que del cielo han
caído los globitos.
Son las hadita del cielo repartiendo
mil presentes a los niños en invierno,
quien no desea ser niño .
Alexia, Angel y Eduardo eran los tres hermanitos
que jugaban divertidos, aun con niebla y con frio
en el medio del camino.
Albertina





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